Pablo Vargas
“Un seductor al desnudo El flamante ganador del concurso “Mister Chile”, realizado en la pasada edición de la Teletón, habló con TV-Grama acerca de sus gustos en mujeres, de sus técnicas de seducción y de su vida amorosa
El actual competidor del “Gran Rojo” nos sorprende con algunas de sus confesiones. Es que pocas personas podrían imaginarse que este galán de TVN, hasta antes de entrar al espacio vespertino del canal estatal, era un hombre extremadamente introvertido y tímido en el plano amoroso. “La televisión me ha servido para tener un poco más de personalidad, ser un poco más seguro y atreverme a más. Ahora me es más fácil, porque como que llegan las ‘minas’ y no tengo que andarlas buscando. Antes me gustaba una ‘mina’ y estaba toda la noche detrás de ella y nunca le hablaba”, confiesa el bailarín de 24 años.<o:p></o:p>
Respecto a cómo se considera en el ámbito amoroso, Pablo destaca que es muy un romántico cuando está enamorado, al punto de andar escuchando todo el día canciones románticas
Además afirma que su típico mal carácter queda de lado cuando está pololeando. “Soy cariñoso, afectivo, o sea, me gusta entregar mucho. Me encanta ser muy caballero con ellas. A las ‘minas’ hay que tenerles mucho respeto”, añade este bailarín en cuanto a sus relaciones de pareja. En todo caso, Pablo en estos momentos se encuentra completamente solo y, cómo él dice, esperando a que llegue el amor, ya que no hay que buscarlo. “Estoy convertido en un soltero de verano”, acota este bailarín que, por lo demás, agrega que le gusta que las mujeres tomen la iniciativa.
¿Cuál es la parte del cuerpo que más te gusta de una mujer?
-Las caderas.
¿Qué es lo primero que le miras a una chica?
-Bueno, depende. Si es invierno, le miro los ojos; y si es en verano, le miro todo lo que ande mostrando (ríe).
¿Cuáles son tus técnicas de seducción?
-Primero que todo, seduzco cuando estoy seguro de que puedo obtener algo de la seducción, porque yo soy muy inseguro en mi personalidad, entonces tengo mucho miedo al rechazo.
Ahora, cuando me gusta alguien, sucede todo lo contrario, como que me alejo un poco y empiezo a ser pesado con esa persona; y cuando realmente estoy seguro que puedo, ahí empiezo a mirar y luego entro en “conversa”... En general, me gusta seducir con la mirada y yo creo que mis ojos expresan mucho cuando yo quiero algo; y la sonrisa también como que es parte de la seducción.
¿Cómo te gusta que te seduzcan?
-Que me hablen. Es que por lo general cuesta que me hablen, porque me encuentran, sin conocerme, pesado y dicen que soy sobrado. Incluso antes del “Rojo” me pasaba esto, pero era porque yo creo que daba esa imagen para que no se me acercaran, ya que en el fondo soy súper introvertido. Me corto muy rápido... Me gusta que sean simpáticas y a la vez tiernas, aunque pasa todo por la mirada. Creo que la seducción está en la mirada y en la coquetería de la mujer, sobre todo.
Cuando son coquetas, como que uno se derrite.
¿Prefieres seducir o que te seduzcan?
-Yo creo que un poco de las dos. Me gusta seducir y que también me seduzcan. Es un juego mutuo. Puedo seducir yo, pero no pasa nada al otro lado y ahí quedo tirado (ríe). Pero yo creo que me gusta que me seduzcan también.
¿Tienes algún prototipo de mujer ideal?
-Marlen Olivarí (ríe). Sí, a la Marlen yo la conozco y la encuentro exquisita. Pero la que también me gusta es la Mey (Santamaría). Es que yo conozco a las dos. Pero por lo general, mi prototipo es morena y que tengan de todo, o sea, obvio que no sean tan gordas, pero me gusta que tengan sus buenas pechugas, su buena cintura y su buen trasero. No me gustan las flaquitas.
O sea, no vas con la modelo anoréxica...
-No, para nada, me cargan las “minas” flaquísimas, raquíticas... No. Me gusta que tenga de todo un poco, pero tampoco mucho... La Marlen, un siete; y la Mey, exquisita...
¿Cómo sería una cita ideal para ti?
-Tengo dos citas ideales.
Una, en mi casa cuando vivía solo, en mi departamento lleno de velas, mucho incienso, mi cama con su cobertor listo (ríe), una mesa mirando al balcón, con su cena, su champaña y música de Alicia Keys. Eso es para mi una ideal y obviamente tenerle una rosa de regalo a ella. Y lo otro, sería irme a la playa o a un cerro como un mirador y una cita más “piola”, más relajada en mi auto, con su champaña, con flores, porque a mi me encanta regalarles flores a las “minas”. Y también música en el auto de Alicia Keys.
¿Dónde te gusta que te besen más?
-En el cuello. Es que soy súper cosquilloso. Entonces como que eso me provoca... Muero. Y en la boca también. Es que hay besos y besos. A mi me gusta mucho besar, porque encuentro que no solamente hay una forma de besar, sino que hay muchas formas de dar un beso.
Y a ti, ¿dónde te gusta besar más?
-Me gusta dar muchos besos en la boca. Es que hay muchas formas de dar besos bonitos y ricos. Y en el cuello también y en varias partes más (ríe).
¿Cómo consideras que ha sido tu vida amorosa en general?
-Fría.
¿Por qué?
-Porque de chico estuve enamorado de una vecina que me tuvo de “patas negras” como cinco años. Y ella seguía con su pololo, después terminaba y cuando podía estar conmigo ella decía que prefería que siguiéramos siendo amigos porque yo era súper orgulloso y eso no iba a resultar. Cuando pudimos estar juntos, a mí ya se me había quitado todo el amor.
Después estuve con una francesa, bueno, entremedio tuve hartos amores, aunque no fueron pololeos. Con ella estuve un año y medio pololeando. Incluso ella se vino a vivir un año conmigo acá y después por cosa de distancia tuvimos que separarnos, porque yo tenía mi vida acá con trabajo y estudios y ella tenía que estudiar allá y volver.
Hace poco me vino a visitar, me venía a buscar, hasta me dijo que era el hombre de su vida... Y yo no me quise ir.
¿Qué piensas de la infidelidad?
-Yo cuando quiero, quiero. En eso me considero súper fiel. Yo no perdonaría una infidelidad, porque yo soy súper fiel y cuando yo amo, amo. Si estoy con una persona, estoy con una persona.
O sea, nunca has sido infiel...
-No.
¿Prefieres una relación más libre o con compromiso?
-Compromiso. Yo soy súper pololo y pololo. Y llego hasta ser “macabeo” cuando estoy pololeando bien. Cuando no está bien el pololeo, trato de alejarme y que me den la patada, pero yo no puedo hacerlo.
Trato de portarme mal para que me den la patada.
¿Eres celoso?
-Ese es mi gran karma. Demasiado. O están conmigo o están conmigo. Por ejemplo, de repente vamos caminando con mi “mina”, pasa un “mino” y si se da vuelta a mirarlo, ahí me da la tontera. Ahí le doy un tirón al tiro y le pregunto: “Qué te pasa? Estás conmigo, más respeto”.
Se trata de un respeto mutuo.
¿Y tu también haces lo mismo? ¿Respetas en ese sentido?
-Si, yo trato.
O sea, no te das vuelta a mirar a una mujer...
-Claro, voy con lentes oscuros y miro hasta cuando ya no puedo (ríe), pero ahí me llega también, porque me “cachan” al tiro.
¿A que edad diste tu primer beso?
-Bueno, cuando chico me besaba con una vecina cuando yo tenía cuatro años y me escondía debajo de la cama con ella (ríe).
Poquito “balsa” y ella tenía como seis años. Era mayor. Y mis viejos me pillaban debajo de la cama con ella. Pero era como la gracia. Después como a los nueve tuve mi primer pololeo con un vecina que tenía como once. Siempre fueron como mayores.
Es decir, te gustan mayores...
-Si.
Pero ¿hasta cuantos años de diferencia?
-Unos tres, cuatro o cinco. Aunque, de hecho, yo perdí la virginidad con una niña que tenía diez años más que yo.
¿Y qué significó para ti que tu primera vez haya sido con una mujer mayor?
-Es que con una mujer mayor me llamaba la atención. Si de hecho yo anduve detrás de ella mucho tiempo después, porque quedé como bien enganchado.
