Pablo Vargas: "con el baile en la sangre"

Si bien fue calificado como uno de los mejores bailarines de la primera generación de Rojo, Pablo Vargas no logró ganar el primer lugar de la competencia. Su enojo y salida del programa ese día todavía se recuerda.

Este gran bailarín desde pequeño sintió pasión por el baile. Primero estuvo en un grupo folklórico en Maipú y luego en el Bafochi (Ballet Folklórico de Chile). Pero la televisión siempre le llamó la atención, antes de “Rojo” participó en los programas “Así de Simple” de Chilevisión y “Combinado Nacional” de Mega.

Pablo recuerda que llegó a “Rojo” por su amigo Rodrigo Díaz (integrante del clan Rojo) y aunque no tenía idea de qué se trataba el programa decidió participar de todas maneras. “Entré a “Rojo” porque pensaba que era una especie de “Operación Triunfo”, donde participas en clases y pensé que podía aprender algo más”.

Aunque no fue así, reconoce que “Rojo” le ayudó a acercarse a su familia y también a manejar las cámaras de televisión. No obstante, hay muchas cosas que le molestan del programa. “Me molesta que digan que tengo técnica y en verdad yo nunca he estudiado baile. En el Bafochi me enseñaron ciertas coreografías y porque tengo buena memoria aprendí rápidamente los pasos”.

Vida de soltero
Desde el año pasado Pablo dejó su casa de Maipú y se trasladó a una casa en la comuna de Las Condes junto a dos amigas: Kathy Drouillas y la famosa Carla Ballero. Comenta que entre todos se cuidan aunque confiesa que extraña los regaloneos de su madre.

En cuanto al amor, Pablo confiesa que no tiene tiempo; entre la universidad, el programa y los eventos del fin de semana, divide su agitada vida. Reconoce que cuando participó en el Bafochi conoció a una chica muy especial quien actualmente no está en Chile pero que posiblemente regrese.

Por otra parte, sobre sus proyectos laborales, Pablo está planeando participar en un programa de televisión junto a Khaty, su compañera de casa y Esteban Abdala. “En el programa realizaré las notas entretenidas, la idea es mostrar el carrete nocturno pero desde otro punto de vista”, acota el bailarín.