Cerca de la Rotonda Atenas se encuentra un taquillero centro de operaciones

La casa más loca de Santiago
Domingo 11 de mayo de 2003 Karla Henríquez

Kathy Drouillas, la más famosa de las go-go dancer chilenas, Pablo Vargas, el guapo de “Rojo” y Carla Ballero dan vida a una versión muy chilena de “Tres son multitud”: dos mujeres y un hombre que comparten su vida, fama e intimidades bajo el mismo techo.

El 2002, Kathy Drouillas, la más famosa de las go-go dancer chilenas, y Carla Ballero, la protegida de “Morandé con compañía”, terminaron con sus pololos. Y para pasar mejor las penas, estas amigas y cómplices de hace varios años decidieron irse a vivir juntas. Así partió una entretenida historia, que hoy incluye además a Pablo Vargas, el bailarín de “Rojo, Fama contrafama”, con quien comparten una amplia casa en Las Condes, cerca de la Rotonda Atenas.

Hasta ahí llega con frecuencia Álvaro Ballero. “Viene para acá y se instala a copuchar con la Carla, la pasan chancho, parecen dos cabros chicos”, cuenta Kathy, la “mamá” de la casa y la única que se preocupa de pagar las cuentas y de llenar el refrigerador cuando “de repente nos fijamos que queda puro copete”, agrega con su característica risa ronca y luciendo una musculatura que la haría digna estandarte de cualquier gimnasio.

Su partner, Carla Ballero, no se demora en denunciar que “mucha gente es súper prejuiciosa respecto a nosotras”, dice muy seria. “Creen que tenemos los medios carretes y nada que ver, olvídate el orden que hay en esta casa”, agrega, a pesar de que los rumores, entre vecinos y amigos, dicen todo lo contrario.

Del solarium al carrete

Los jueves es sagrado el feriazo: los tres esculturales y famosos convivientes van a carretear a La Feria, un conocido local de Bellavista, famoso por su fiestas electrónicas, un hobby compartido por todos, y los lunes y miércoles van al solarium.

“Los tres somos prendidos, engancha uno y no nos para nadie”, asegura Pablo, el regalón, el mismo que hasta el jueves pasado estuvo enfermo, por lo que recibió los cariños de sus dos atractivas enfermeras.

“Mi amigas me dicen que soy súper mamón. Es que me crié como el pendex de la casa y fui súper enfermizo desde chico. Hasta los 19 años tenía asma y para mi un resfriado es un trauma”, cuenta el chico de “Rojo”, que conoció, por amigos en común, a sus atractivas convivientes.

La hermana de Álvaro Ballero, la que menos pasa en la casa, cuenta que “los tres somos muy diferentes, pero lo que nos une es que nos queremos mucho y somos muy buenos amigos”.

Dicen que están solterísimos. Cuando quieren privacidad, las puertas se cierran y “nadie entra”, según ellos. La única que tiene cierta impunidad es la madre de Kathy que es la “nana de la casa". Ella nos ordena todo, nos conoce todos los secretos”, asegura su orgullosa hija.

El centro de reunión es definitivamente la pieza de la go-go dancer y productora de eventos. “La Carla se despierta y se mete a mi cama, lo mismo el Pablo. No quedamos los tres viendo tele y riéndonos. Prendemos la tele, empiezan las copuchas, hablan de nosotros y guaaaa. Decimos Ya déjennos tranquilos apagamos la tele y nos ponemos a escuchar música”, agrega la bailarina.

“Tres son multitud”

Concuerdan con el popular dicho “tres son multitud”. Y de hecho para Carla, Kathy y Pablo, la convivencia ha hecho surgir uno de los males más terribles de la sociedad: los celos.

“Mi mamá”, cuenta Pablo, “no viene para acá porque es súper celosa y cuando le dije que iba a vivir con dos minas, me dijó ¿qué?”. Ella, agrega el bailarín, “me controlaba mucho”, por lo que decidió abandonar su casa e independizarse.

En todo caso, ahora no le ha cambiado mucho el panorama ya que sus convivientes lo tienen “cortito”. “Me preguntan a ver, ¿quién es esta niñita? No, no, esta mina no es para ti”, revela uno de los regalones de la primera generación de “Rojo”, quien como buen hombre de la casa también controla las “visitas” de sus amigas.

Como contrapartida, confiesa, “yo me pongo celoso cuando vienen gallos para acá, no las dejo tranquilas”, agrega, mientras se acurruca junto con Kathy en busca de la complicidad necesaria para planear el próximo evento comunitario: la fiesta de cumpleaños de Carla Ballero. El próximo jueves, concidiendo con la carretera costumbre de esta estelar tripleta, se juntarán con los más cercanos para celebrar otro año más de la chica más inquieta de la casa. No será tal vez como las fiestas de Sergio Lagos, pero de seguro igual dará que hablar.