Dice que Christian Ocaranza era “el favorito” del jurado desde el principio
Rebelión en “Rojo”: Pablo Vargas denuncia arreglines
Martes 27 de enero de 2004
José Aravena se enojó porque nadie se hizo responsable de su accidente. Mientras, el ganador se fue a Israel y dejó plantada a la producción que le entregaría su premio.
A. Valle /D. Aravena
Pablo Vargas dice que no habla de picado. Aunque quedó fuera de los tres primeros lugares del "Gran Rojo", denuncia lo que él considera como un sospechoso favoritismo del jurado hacia Christian Ocaranza, el ganador de esa finalísima.
"Creo que al jurado le gustó mucho un participante y, ya al inicio del Gran Rojo, estaba claro el ganador", sostiene el popular bailarín, uno de los favoritos de la audiencia quinceañera, demostrando que la rebelión en el programa de TVN está a punto de estallar.
-¿Te refieres a Christian Ocaranza?
-Totalmente. No creo que no se lo merezca, pero eran demasiado marcadas las preferencias sobre él. A ellos les gustó su trabajo y cometieron la injusticia de meternos a todos en el mismo saco. Querían que todos fuéramos él, pero eso es imposible.
-Al menos tienes el premio al Mejor Compañero.
-Me dieron ese premio para que yo no hablara ese día.
-¿No te dejó contento, acaso?
-Quedé contento porque conseguí un trabajo estable (ser parte del clan Rojo 2004), pero intranquilo porque las cosas no se hacen con la justicia que debieran. Ya lo vi en todas las etapas.
-¿Y por qué no habías hablado antes?
-Porque antes me habían retado mucho. Además, la gente venía a ver un bonito espectáculo y quise guardármelo para mí.
-¿Por qué te retaban?
-Porque no quieren que yo diga lo que pienso.
-¿Quién crees que ganará la competencia de cantantes?
-Para los bailarines se dio lo obvio, que dejaron a los tres ganadores de las tres generaciones, como para demostrar que no se habían equivocado. Y con los cantantes a lo mejor siguen el mismo parámetro.
En la emisión de ayer, los cantantes Montserrat Bustamante y Juan David Rodríguez se fueron a capilla. Pero no son los únicos que lo pasaron mal.
José Aravena, el bailarín que sufrió un vistoso accidente en la final del sábado, llegó al estudio en silla de ruedas, enyesado y con un esguince en segundo grado que, si se repitiera, podría impedirle seguir bailando.
Las amenazas
Su cara lo decía todo. Desagrado, pena y rabia -en ese orden- se apoderaron del joven cuando debió repasar al aire el momento en que realizó el fatal salto.
Durante los cortes comerciales, el dolor dio lugar a la irritación. José creía que en "Rojo" sólo lo estaban perjudicando y no eran capaces de reconocer el error: un escenario inadecuado.
Una vez al aire y tras una breve discusión con Italo Passalacqua, no dio más. Llamó a los familiares que lo acompañaban y se retiró del estudio despotricando a viva voz en contra del programa y sus participantes. "Voy a decirlo todo", gritaba. "No me importa lo que hagan".
Mientras gente de la producción intentaba calmarlo, su familia comentaba que el joven de la tercera generación estaba molesto porque el canal no se hacía cargo de la rotura del escenario.
Tras unos minutos, el rebelde bailarín fue citado a una "reunión" con gente ligada a "Rojo", logrando así bajarle la temperatura y evitar que hiciera declaraciones.
Ya cerca de la medianoche, José estaba increíblemente sereno. Al teléfono, dijo que su rabia no era contra el programa, sino contra Passalacqua y el jurado, a quienes acusa de tener favoritismos por dos de sus compañeros: Christian Ocaranza y Rodrigo Díaz.
"Pablo Vargas y yo deberíamos haber sacado mejores lugares’’, replica el bailarín. "A mí me ganó la Yamna, ¿cachái? A ella la encuentro súper buena onda, súper linda, pero yo soy mejor bailarín y ella tuvo mucho mejor promedio que yo. También me encuentro mejor que Rodrigo y él tuvo mejor promedio que yo y el Pablo. Más encima yo me sacaba la mugre y ni siquiera tuve el premio al esfuerzo, que todo el mundo pensaba que me lo iba a sacar yo. Y no me tomaron en cuenta para nada. Uno puede esperar cualquier cosa’’.
Nuevamente en el foco del conflicto, Rodrigo Díaz y Christian Ocaranza desataron ayer el enojo de la producción del programa. Los chicos se fueron de viaje a Israel, sin que Ocaranza tuviera permiso del programa. El problema era justamente que el ganador del Gran Rojo debía recibir ayer su premio en pantalla. Y eso no se pudo cumplir.